Últimamente proliferan mucho los vehículos híbridos, y cada vez la oferta y demanda de éstos es mayor. Por ello, y como una pequeña guía de ayuda a los consumidores, aquí va este artículo que tiene como objetivo aclarar las dudas de los potenciales compradores.
Antes que nada, definir el coche híbrido como el automóvil propulsado por más de una fuente motriz, siendo normalmente éstas un motor térmico y otro eléctrico.
Pese a que no son una novedad, ya que el primer híbrido (Porsche Semper Vivus) lo desarrolló Ferdinand Porsche en 1900, actualmente la demanda de estos vehículos está en auge, sobre todo en Japón y EEUU, y cada vez más en Europa. Pero, ¿qué está motivando este aumento de la demanda? Pues la suma de varios factores: la subida del precio del combustible, el “abaratamiento” de la tecnología híbrida (respecto a sus inicios, ya que las empresas llevan tiempo amortizando su desarrollo), además de una mayor concienciación ambiental y la preocupación cada vez más creciente con el cambio climático.
Ahora bien, los vehículos híbridos se pueden clasificar en función de como interactúan ambos motores entre sí, distinguiendo así tres tipos:
Sistemas híbridos. Fuente: Honda Motors. ASEPA.
El vehículo híbrido con sistema en paralelo tiene como principal fuente motriz el motor térmico, usando el eléctrico principalmente en las salidas y aceleraciones, donde mayor es el consumo y la potencia requerida. Ambos motores pueden ir montados en el mismo eje o en ejes diferentes.Es el sistema más simple y más económico, pero no el más eficiente.
El vehículo híbrido con sistema combinado puede usar el motor eléctrico a baja velocidad o para salir (siempre que haya energía en las baterías), entrando en funcionamiento el térmico en aceleraciones fuertes y altas velocidades. Además, en este sistema, parte de la potencia del motor térmico se utiliza para recargar las baterías del motor eléctrico. En este tipo de híbrido, hay tres modos de funcionamiento: modo eléctrico, modo motor térmico o modo combinado (La elección de cada modo en cada momento lo realiza el ordenador, aunque también se puede seleccionar de forma manual)
Los vehículos híbridos con sistema en serie están únicamente propulsados por el motor eléctrico, cuyas baterías se recargan mediante un generador movido por un motor de combustión interna (normalmente de baja cilindrada). A éstos también se les denomina “eléctricos de autonomía extendida” y son muy eficientes, ya que el régimen de trabajo del motor térmico es el óptimo para reducir consumos y emisiones.
Según la importancia o el papel que juega el motor eléctrico en el funcionamiento del vehículo, tendríamos:
Semihíbrido (mild-hybrid): Este tipo de vehículos no puede arrancar únicamente con su motor eléctrico, ya que estos tienen muy poca potencia, pero sí moverse con éste una vez en marcha (aunque con una autonomía limitadísima), sin poder evitar mover también el motor térmico (ya que están conectados mecánicamente, aunque el térmico no funcione). Además de esto, cuenta con un sistema regenerativo (el propio motor eléctrico que actúa como generador) en las frenadas y retenciones para recargar sus baterías.
Híbrido puro (Full-hybrid): El vehículo puede ser impulsado únicamente por el motor eléctrico (sin que actúe en ningún momento el motor térmico) durante una autonomía limitada, ya que su motor eléctrico posee una mayor potencia.
Híbrido enchufable (Plug-in hybrid o PHEV): Son vehículos cuyas baterías se pueden cargar enchufándolos a algún puesto de recarga o en un enchufe convencional y pueden circular exclusivamente con el motor eléctrico durante una autonomía mayor al del híbrido puro. Una vez se agotan las baterías, funcionan como un híbrido convencional.
En cuanto a vehículos semihíbridos, un ejemplo serían los modelos de Honda, el Mercedes S 400 Hybrid, el Porsche Panamera Hybrid o el BMW ActiveHybrid 7. Los Toyota y los Lexus, el Peugeot 3008 Hybrid, los nuevos BMW ActiveHybrid 5 y ActiveHybrid 3 o el ya sentenciado a muerte, BMW ActiveHybrid X6, serían híbridos puros, mientras que el Chevrolet Volt, o su mejora, el Opel Ampera, además de los concepts Proton EMAS o Volvo Recharge Car, serían eléctricos de rango extendido.
El Toyota Prius III Plug-In, el BMW i8, o el Fisker Karma sería ejemplos de vehículos híbridos enchufables.
VENTAJAS Y DESVENTAJAS
Todos los híbridos tienen ventajas y desventajas según el uso que se les de, y dependiendo del caso, será más aconsejable un modelo en vez de otro. No obstante, todos estos vehículos, para un uso principalmente urbano, son los vehículos más eficientes (salvando los eléctricos), ya que tanto el consumo, como el ruido y la contaminación son muy reducidos, pudiéndose amortizar la inversión.
Los microhíbridos sólo presentan ventajas en ciudad, ya que es donde los sistemas que trae funcionan y permite bajar las emisiones y los consumos.
El vehículo semihíbrido posee el motor eléctrico con menos potencia de todos, y salvo en contadas situaciones, no puede mover el coche por sí solo, montando un motor térmico más potente (en comparación con un híbrido puro de similares prestaciones), y por ello, mayor consumo de combustible. Sin embargo, es más barato que los demás híbridos, más simple mecánicamente (¿más fiable y menos averías?), pesa menos y sus baterías al ser más pequeñas, ocupan menos espacio.
Los híbridos puros poseen un motor eléctrico con mayor potencia, que permite que el coche tenga una autonomía superior al anterior en modo eléctrico, pero esto trae consigo el uso de una tecnología más avanzada y unas baterías mayores, que son más caras y ocupan mayor espacio (normalmente van situadas en el maletero). Todo ello aumenta el coste final del vehículo.
Los híbridos enchufables cuentan con una mayor autonomía que los híbridos convencionales en modo eléctrico ya que sus baterías tienen mayor capacidad, las cuales se pueden cargar en un enchufe convencional (un Toyota Prius Plug- In cargaría sus baterías en una hora y media a 230V) y a un coste muy bajo aprovechando las tarifas eléctricas nocturnas. No obstante, está tecnología es más cara que las anteriores debido a su posterior desarrollo, el peso del vehículo es mayor debido a sus baterías y en España aún no existen muchos puntos de recarga (aunque cada vez se están creando más).
Por último, los eléctricos de autonomía extendida tambien pueden cargar las baterías enchufándolos a la corriente eléctrica, lo que permitiría hacer los primeros kilómetros sin usar el motor térmico a un coste muy bajo, pero en el momento que se acabaran éstas, haría falta el motor térmico para generar la energía eléctrica que moviera el motor y cargara las baterías. Al igual que el híbrido plug-in, son tecnologías caras debido a su complejidad, a las baterias de mayor capacidad y a la falta de amortizacion por su posterior desarrollo.
En resumen, y como razonamiento lógico, si el uso que vas a hacer del coche es mayoritariamente en ciudad, lo ideal sería (un eléctrico) un híbrido enchufable o un eléctrico de autonomía extendida, ya que de los híbridos, son los que poseen mayor autonomía en modo eléctrico, y para desplazamientos urbanos es lo ideal, puesto que sus consumos son nulos y con las continuas frenadas pueden recargarse las baterías.
Para un uso combinado, todos son muy buena opción, siendo quizás la mejor el hibrido plug-in o el de rango extendido, ya que permiten circular en modo eléctrico en ciudad y una vez en carretera, modo automático en el primero (Plug-in) y con el motor de gasolina funcionando en el segundo (REHEV), ya que este último tiene unos consumos muy reducidos y permite elegir en que momento activar uno u otro (caso del Opel Ampera).
Si el uso es mayoritariamente de carretera, optaría por un híbrido convencional, ya que el consumo y las prestaciones son muy buenas.
En cuanto al precio de los vehículos híbridos respecto a uno convencional similar, algo que hace unos años era un handicap, a día de hoy esa diferencia es muy reducida o incluso inexistente . Un ejemplo claro de ello es que un Toyota Auris con motor 2.0 D-4D y acabado Active cuesta lo mismo, 21.300€, que un Toyota Auris HSD con el mismo acabado, siendo los consumos del diesel superiores teniendo 10CV menos.
Por tanto, viendo que el precio ya no “asusta” tanto a la hora de adquirir este tipo de vehículos, la principal desventaja de estos es el tema del posterior tratamiento y reciclaje de las baterías una vez éstas ya han agotado su vida útil, puesto que son altamente contaminantes para el medio ambiente (aunque este proceso ha mejorado considerablemente).
Llegado a este punto, os preguntareis: ¿Y que pasa con los híbridos diésel?. Visto que muchas marcas europeas tienen puestas sus vistas de futuro en estos vehículos (además de los eléctricos), será un tema que trataremos en el próximo artículo.
Fuentes | Paz, A. «Nuevos combustibles y tecnologías de propulsión», en Manual de Automóviles, 2006. Ed. 56. Toyota, Lexus, BMW, Peugeot, Honda, GM, Youtube